LONDRES — Gran Bretaña y Francia han prometido formar una “coalición de voluntarios” para lograr un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia.
Ahora llega la prueba de fuego para Europa:
¿cuántos países darán un paso al frente y acaso eso importa, dado el rechazo de Rusia a una coalición de ese tipo como parte de cualquier acuerdo?
El primer ministro británico, Keir Starmer, dejó esas preguntas sin respuesta al despedirse de sus colegas líderes después de una cumbre en Londres el domingo.
Reconoció que “no todos los países se sentirán capaces de contribuir”, aunque expresó optimismo de que varios lo harían, y que esto enviaría una señal al presidente Donald Trump de que Europa estaba lista para “hacer el trabajo pesado”.
Hacer que Trump vuelva al proceso es tan importante como la misión y el alcance de una coalición europea, dicen los analistas.
Por el momento, Estados Unidos parece decidido a llegar a un acuerdo con el presidente de Rusia Vladimir Putin por encima de Europa y Ucrania, y sin garantías de seguridad.
Starmer presentó su coalición de voluntarios como uno de los múltiples pasos que incluyen la ayuda militar continua a Ucrania para mejorar su posición en el campo de batalla, un lugar en la mesa para Ucrania en cualquier negociación de paz y más ayuda con sus capacidades defensivas después de un acuerdo.
Ahí es donde entraría en juego la coalición.
Además de Gran Bretaña y Francia, países del norte de Europa como Dinamarca y los Países Bajos parecen candidatos obvios para participar. Ambos han sido fuertes partidarios financieros del esfuerzo bélico de Ucrania y son miembros de la OTAN que contribuyeron a otras campañas de seguridad, como la de Afganistán. Alemania es el segundo mayor contribuyente de ayuda militar y de otro tipo a Ucrania, después de Estados Unidos.
Pero cada país enfrenta obstáculos políticos y económicos, como la necesidad de aprobar medidas parlamentarias específicas en los Países Bajos y la falta de un nuevo gobierno en Alemania después de las recientes elecciones.
La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, dijo que tenía una «mente abierta».
Dick Schoof, primer ministro de los Países Bajos, dijo que aún no había hecho compromisos concretos.
“Renegociaremos precisamente estos temas”, dijo el canciller alemán saliente Olaf Scholz después de la reunión del domingo, en lo que sonó como algo menos que un conmovedor llamado a las armas.
Aumentar el gasto militar, agregó, “requerirá un esfuerzo para el que muchos aún no están lo suficientemente preparados”.
El probable sucesor de Scholz, Friedrich Merz, está luchando por obtener una enorme cantidad de fondos para defensa -posiblemente al menos 200 mil millones de euros (alrededor de 207 mil millones de dólares)- en el actual parlamento alemán porque enfrenta la perspectiva de una minoría de oposición en el próximo que sea lo suficientemente grande como para bloquear el gasto adicional.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que el naciente plan británico-francés comenzaría con una tregua de un mes entre Ucrania y Rusia.
Cualquier despliegue de tropas de paz vendría solo después de eso, dijo en una entrevista con el periódico francés Le Figaro el domingo por la noche.
Soldados ucranianos de la 148ª Brigada de Artillería Separada Zhytomyr en la línea del frente en el este de Ucrania en febrero. Foto Tyler Hicks/The New York Times“No habrá tropas europeas en suelo ucraniano en las próximas semanas”, dijo Macron, señalando la necesidad de negociaciones primero.
“La cuestión es cómo utilizar este tiempo para intentar obtener una tregua accesible, con negociaciones que durarán varias semanas y luego, una vez firmada la paz, un despliegue”.
“Queremos la paz”, dijo Macron.
“No la queremos a cualquier precio, sin garantías”.
El primer ministro francés, François Bayrou, adoptó una línea más dura el lunes por la noche, al decir a los legisladores durante un debate sobre Ucrania que “lo que hemos descubierto brutalmente en las últimas semanas” era una “realidad asombrosa” de que el estado de derecho internacional estaba roto.
“Quieren cercarnos, subyugarnos, doblegarnos también a la ley del más fuerte, y esto por parte de nuestros aliados”, dijo Bayrou, que desempeña un papel pequeño en la política exterior de Francia.
Pero Bayrou insistió en que “los europeos somos más fuertes de lo que creemos”, al tiempo que pidió un aumento del gasto militar en todo el continente.
“En este punto, Francia está por una vez de acuerdo con el señor Trump”, dijo.
“Si somos fuertes, no podemos pedir a otros que nos defiendan a largo plazo”.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que ha cultivado lazos amistosos con la administración Trump, sigue siendo escéptica respecto de una fuerza de mantenimiento de la paz.
El domingo, señaló que el despliegue de tropas italianas “nunca ha estado sobre la mesa” y agregó que una operación de ese tipo corría el riesgo de ser “muy compleja y menos efectiva”.
También hay países que se muestran abiertamente reacios, en particular Hungría, que en el pasado ha tratado de retener la ayuda europea adicional a Ucrania.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, agradeció a Trump su trato hostil al presidente Volodymyr Zelensky de Ucrania durante su reunión en la Oficina Oval la semana pasada.
Orban y Robert Fico, el primer ministro de Eslovaquia, han exigido que la Unión Europea presione para un alto el fuego inmediato en Ucrania.
Ambos han amenazado con bloquear las declaraciones de apoyo a Ucrania en una cumbre de la UE esta semana.
Ninguno de los dos líderes fue invitado a la reunión en Londres.
Futuro
Los líderes europeos temen que Orban también pueda retrasar los esfuerzos para mantener congelados unos 200.000 millones de dólares en activos rusos cuando la decisión de mantenerlos bloqueados se renueve este verano.
Londres acaba de prestar a Ucrania 2.260 millones de libras (unos 2.800 millones de dólares) que dice que se devolverán con los intereses de los activos rusos congelados que se encuentran en Gran Bretaña.
«Esto requiere unanimidad», dijo el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, sobre la votación para mantener congelados los activos.
«Sabemos cuál es la posición de Hungría, cuál puede ser».
Los líderes europeos se reunirán el jueves para una reunión del Consejo Europeo especialmente planificada, donde se espera que los funcionarios discutan el apoyo a Ucrania y cómo desarrollar capacidades de defensa en toda la UE.
El objetivo es “aprobar decisiones concretas”, dijo Antonio Costa, presidente del consejo, durante una conferencia de prensa el lunes.
Incluso si Europa reúne una coalición robusta, no está claro que eso satisfaga a Trump.
El lunes, definió la suspensión o cancelación de la ayuda militar estadounidense a Ucrania..
Además de suspender la ayuda militar, Trump también podría decidir reducir el intercambio de inteligencia y el entrenamiento para las tropas y pilotos ucranianos, así como la gestión estadounidense de una oficina que coordina la ayuda internacional en una base militar estadounidense en Alemania, dijo el funcionario.
Para Starmer, que se ha presentado como un puente entre Europa y Estados Unidos, los riesgos diplomáticos son altos.
El embajador británico en Estados Unidos, Peter Mandelson, provocó protestas en su país el lunes después de que le dijera a ABC News que Zelensky necesitaba dar “su respaldo inequívoco a la iniciativa que está tomando el presidente Trump para poner fin a la guerra y traer una paz justa y duradera a Ucrania”.
James Cleverly, un ex secretario de Asuntos Exteriores conservador, publicó en las redes sociales:
“El embajador del Reino Unido en Washington no está destinado a comunicar su propia opinión, está destinado a comunicar la opinión del gobierno del Reino Unido”.
Instó a Starmer y al actual secretario de Asuntos Exteriores, David Lammy, a “tomar esto en cuenta”.
Pero Starmer también ha rechazado los llamados a que Europa se distancie de Trump, quien dijo que estaba comprometido con una “paz duradera”.
Dijo que había discutido los planes de Europa por teléfono con Trump el sábado por la noche.
Era probable que enfrentara un interrogatorio minucioso sobre su estrategia en el Parlamento.
“No estaría dando este paso por este camino si no pensara que produciría un resultado positivo en términos de asegurar que avanzamos juntos”, dijo Starmer después de su día de diplomacia vertiginosa en Londres.
c.2025 The New York Times Company
