La suspensión de la ayuda militar a Ucrania ordenada por el presidente Donald Trump dejó en la incertidumbre a ese país devastado por la guerra, al tiempo que inquieta a los aliados europeos de Estados Unidos.
Pero también tuvo un impacto en Scranton, Pensilvania, una ciudad ubicada a unos 7.560 km de Kyiv que jugó un pequeño papel en el conflicto.
Scranton es conocida por ser el escenario de la versión estadounidense de la serie de televisión The Office y el lugar de nacimiento del expresidente Joe Biden, uno de los mayores valedores de Ucrania.
Sin embargo, después de la invasión rusa de Ucrania, también se hizo conocida entre aquellos que siguieron de cerca el conflicto, como el hogar de la Planta de Artillería del Ejército de Scranton.
Propiedad del gobierno de Estados Unidos y operada por el contratista de defensa General Dynamics, la planta produce proyectiles de artillería de 155 mm, una munición clave que ayudó a los ucranianos a mantener a raya los avances rusos.
Estos proyectiles se utilizan a diario, ya que el conflicto se convirtió cada vez más en una guerra de trincheras y ataques de artillería al estilo de la Primera Guerra Mundial.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, recorrió la planta durante una visita relámpago a Scranton en septiembre de 2024, y se fotografió saludando al personal y observando su maquinaria.
Scranton es una de las tres plantas en Pensilvania que aumentó la producción de proyectiles de 155 mm desde el inicio de la guerra.
Entre 2009 y 2017 producían colectivamente alrededor de 9.000 proyectiles al mes.
Para cuando Zelensky la visitó el año pasado, las instalaciones habían aumentado su producción a 36.000 proyectiles mensuales, según el ejército de Estados Unidos.
El efecto del choque entre Trump y Zelensky
Durante la reunión en el Despacho Oval que torció la relación del gobierno de Trump con Ucrania el pasado 28 de febrero, el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, citó aquella visita y acusó a Zelensky de hacer campaña “para la oposición” durante su recorrido.
A pesar de todo el drama político de los últimos días, esta comunidad de Pensilvania sigue viendo su trabajo como un reflejo del compromiso de Estados Unidos con Ucrania, dijo la alcaldesa de Scranton, Paige Cognetti.
“Aquí tenemos varias iglesias ucranianas y una gran diáspora de ucraniano-estadounidenses”, señaló Cognetti.
La iglesia católico-ucraniana de San Vladimir, en Scranton, recaudó fondos para el esfuerzo bélico y recibió a soldados ucranianos en eventos comunitarios.
“Scranton está orgullosa de su historia de apoyo a Ucrania y fueron un par de semanas muy difíciles aquí, al ver cómo ese apoyo se erosiona por parte del gobierno estadounidense”, le dijo Cognetti a la BBC.
Cognetti mostró su preocupación por la discusión entre Trump, Zelensky y Vance en el Despacho Oval.
“Ver un cambio en la política de Estados Unidos que potencialmente puede llevar a que le dé la espalda a Ucrania es realmente espantoso”, señaló.
La planta de artillería de Scranton “garantiza que los combatientes tengan la munición cuando y donde la necesiten, y continúa reforzando las reservas estadounidenses en todo el mundo”, dijo el teniente general Chris Mohan, subcomandante general y comandante interino, en una declaración sobre la visita de Zelensky.
Cognetti dijo que la planta sumó “muchas decenas” de empleos y aumentó su capacidad durante la guerra de Ucrania. Estima que alrededor de 400 personas trabajaban allí cuando Zelensky la visitó.
Pero ahora que el gobierno de Trump presiona a Zelensky para que acepte una paz con concesiones a Putin, el papel de Scranton en la geopolítica podría estar llegando a su fin.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mike Waltz, confirmó el 5 de marzo que la Casa Blanca suspendió el intercambio de inteligencia con Kyiv, y dijo a los periodistas: “Hemos dado un paso atrás”.
El gobierno de Trump está revisando “todos los aspectos de esta relación”, añadió.
Los legisladores republicanos respaldaron las recientes acciones de Trump, que consideran clave para un fin negociado de la guerra.
“Creo que el presidente sólo quiere que todos se sienten a la mesa de negociaciones, y creo que está logrando avances”, les dijo a los periodistas el senador por Dakota del Sur Mike Rounds.
La ayuda militar a Ucrania
Un análisis de BBC Verify encontró diferentes estimaciones sobre la cantidad de ayuda militar que Estados Unidos le brindó a Ucrania.
El Instituto Kiel, con sede en Alemania, estimó el total en US$119.700 millones.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos sitúa el total en US$182.800 millones, que incluyen el gasto en la Operación “Determinación Atlántica”, una respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
Fedir Venislavsky, miembro del Comité de Defensa del Parlamento ucraniano, le dijo a la BBC que, sin la ayuda militar estadounidense, los soldados de primera línea podrían durar “quizás seis meses”.
Esta área de Pensilvania alberga varias fábricas militares, entre ellas una instalación de Lockheed Martin y el depósito del ejército en Tobyhanna, una instalación mayor que también produce algunos suministros para Ucrania.
Los representantes de la planta de municiones del ejército de Scranton se negaron a hacer comentarios sobre cómo la pausa podría afectar a la planta y a los puestos de trabajo.
El martes 4 de marzo, los autos entraron en la zona de seguridad como de costumbre, y su aparcamiento parecía lleno.
Los funcionarios locales dijeron que cualquier efecto sería menor para la economía de Scranton.
La planta “no es el mayor empleador”, dijo Bob Durkin, presidente de la Cámara de Comercio de Scranton.
“Pero es un empleador muy importante. Los puestos de trabajo son realmente de alta calidad. Son puestos bien pagados que sustentan a una familia”.
Fuera de la planta, las opiniones sobre la guerra siguen divididas en Scranton.
Aunque esta localidad en el noreste de Pensilvania pertenece a una zona históricamente demócrata, los republicanos lograron avances políticos.
En las elecciones presidenciales de 2024, Trump ganó el estado, pero perdió por poco ante la entonces vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, el condado de Lackawanna, donde se encuentra Scranton.
Sin embargo, en la carrera por la Cámara de Representantes, el republicano Rob Bresnahan desbancó al congresista demócrata Matt Cartwright por solo 6.200 votos.
Qué dicen los residentes
Trump hizo campaña contra el gasto estadounidense en Ucrania, una promesa que cayó bien entre su base.
Justo antes del discurso del presidente ante el Congreso el pasado 4 de marzo, los habitantes del bar local Poor Richards estaban divididos sobre Ucrania y el papel que Scranton debería desempeñar en el escenario mundial.
“Estoy realmente enojado por la forma en que Trump manejó la reunión con Zelensky”, dijo Brandon Lux, de 35 años, que trabaja en el sector de la salud mental en Scranton.
“Creo que detener toda la financiación gubernamental a Ucrania ahora mismo tendrá implicaciones para lo que suceda aquí en nuestra ciudad”.
Pero otros residentes sintieron que Trump tenía razón al presionar a Zelensky y reevaluar el apoyo de Biden al atribulado país.
“No tenemos dinero para darles, primero tenemos que cuidar de nuestra gente”, apuntó Fran Fitzgerald, quien se describió a sí misma como una “gran fan” de Trump.
Fitzgerald dijo que espera que el gobierno de Trump pueda dirigir los fondos que se están utilizando en Ucrania a proyectos como arreglar las “terribles carreteras” y los baches de Scranton.
Mike Pierson, un electricista, votó por Trump, pero no necesariamente está de acuerdo con todas sus acciones hasta ahora.
El autoidentificado como independiente teme que Elon Musk y su grupo de trabajo del Departamento de Eficiencia Gubernamental pongan en peligro sus beneficios de la Seguridad Social. Espera jubilarse en los próximos cinco años.
Pero Pierson se hizo eco del argumento del presidente de que Estados Unidos no debería gastar dinero en el extranjero en conflictos como Ucrania, sino en su país.
“Somos el banco del mundo, somos la póliza de seguro del mundo”, dijo. “Tenemos que parar”.
Kayla Epstein