“A este Donald Trump revanchista hay que tomárselo en serio”, advirtió Juan Gabriel Tokatlian, sociólogo especializado en relaciones internacionales, sobre la política expansionista que promete el presidente electo de Estados Unidos. Porque Trump, a pocos días de asumir su segundo mandato, dejó en claro su voluntad de avanzar en el control del Canal de Panamá, anexar Canadá y comprar Groenlandia. Si bien el especialista aclaró que esta proyección geopolítica “no es novedosa”, destacó que el líder republicano retoma el poder con “un tono más agresivo” y con intenciones de presionar “cuanto pueda” para abrir una negociación con Panamá, tener cierto control en Groenlandia y también desplazar a los chinos del canal que une el Pacífico con el Atlántico.
“Esta insistencia con respecto a Groenlandia aparece en el gobierno del presidente Trump en 2019. Comienza en un modo más discreto con una serie de negociaciones para ofrecerle a Dinamarca la compra de Groenlandia”, sostuvo Tokatlian en diálogo con Radio con Vos.
“Como Dinamarca rechaza eso, Trump consecuentemente no viaja Dinamarca en un viaje que iba a hacer a Europa. A su turno en el 2020, es decir, un año antes de terminar su gestión, establece por primera vez un consulado de EE. UU. que había sido desactivado en 1953 en Groenlandia”, explicó el especialista doctorado en la Johns Hopkins University School. Y sobre la propuesta del líder republicano marcó: “Este interés de una proyección geopolítica de Estados Unidos para frenar, básicamente, a China y a Rusia en dos frentes distintos, no es novedoso, sino que tiene un tono más agresivo. Porque el Trump que vuelve es un Trump más revanchista”.
Las declaraciones de Tokatlian se dan a días de la jura presidencial en Estados Unidos y luego de que el propio Trump dejara entrever su deseo de avanzar en una hoja de ruta que incluya una política exterior más agresiva, en términos diplomáticos.
Tanto es así que en una conferencia de prensa, en la que se le preguntó si podía asegurar al mundo que no recurriría a la coerción militar o económica para tratar de hacerse con el control de Groenlandia o el Canal de Panamá, Trump respondió: “No, no puedo asegurártelo en ninguno de esos dos, pero puedo decir esto, los necesitamos para seguridad económica”.
De todas formas, Tokatlian desestimó una avanzada concreta dado el sistema de “pesos y contrapesos” que componen al país norteamericano. ”Esto requiere en primer lugar una aceptación de parte del próximo secretario de defensa y de los militares, esto no puede hacerse sin ellos. El secretario de Estado, cubano americano, Marco Rubio, nunca se ha pronunciado sobre este tema y no creo que quiera empezar su gestión avalando un tema de irritación total con América Latina”, contempló el sociólogo.
“Es decir, ahí va a estar la izquierda y la derecha, porque cualquier país de América Latina o el Caribe va a estar en contra. Con lo cual, Trump puede hacer gestos de provocación y hacer algo adicionalmente parecido lo que hizo con NAFTA, el tratado con libre comercio entre México y Canadá, que terminó renegociando todo. Entonces él va a presionar cuanto pueda abrir para una negociación con Panamá”, aseguró Tokatlian.
La controversia por una posible avanzada sobre el Canal de Panamá se da luego que Trump cuestionara la semana pasada el acuerdo firmado en 1977 por el entonces primer mandatario Jimmy Carter -recientemente fallecido-, por el cual se le transfería el control a Panamá.
El Presidente electo ya se había manifestado en favor de recuperar el Canal, si no se reducían el precio de los peajes para los barcos estadounidenses. “Esto había pasado sin pena ni gloria en los medios, salvo para los panameños y ahora lo retoma porque vuelve a insistir con una visión de seguridad geopolítica estratégica”, indicó Tokatlian, al remarcar que el canal tiene dos puertos a la salida del Pacífico y otros dos al Atlántico, que se encuentran actualmente en manos de una compañía china.
“Aquí la clave es que Panamá no la abra. La clave es ponerle un límite, porque si EE.UU. va a incumplir con tratados internacionales, será un forajido internacional, pero no una superpotencia”, completó Tokatlian.
Por otro lado, Tokatlian se refirió a la crisis que atraviesa Venezuela a menos de 48 horas de controvertida toma de posesión, que enfrenta a Nicolás Maduro, proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE) sin que se hayan publicado las actas, y su rival en las urnas, el opositor Edmundo González Urrutia, exiliado en España, quien ya anticipó su intención de viajar a Venezuela para jurar en el cargo.
El analista se mostró poco optimista sobre una resolución a corto plazo y desconoció cualquier tipo de legitimidad democrática por parte de Nicolás Maduro. “Esto no es otra cosa que una perpetuación, porque él no ganó las elecciones en Venezuela. Nunca hubo pruebas fidedignas”, sentenció.
“Nosotros no podemos avalar lo que pasó en Venezuela es inadmisible, pero después hay procesos muchos más complejos en una Venezuela que se esperaba que hubiera de migrantes que salieran masivamente después de las elecciones de julio. La economía está relativamente estabilizada, de casi un 2000% de inflación en el 2019, este segundo semestre bajó al 6%. El régimen tiene los controles políticos, militares, policiales totales. Tiene un respaldo internacional de un conjunto de países que lo sigue reconociendo”, distinguió luego.
“Entonces, estamos en una situación dramática, puesto que aquí lo que se está mostrando con claridad es que la consolidación de una forma autoritaria de gobierno”, concluyó al respecto.