WASHINGTON.– La explosión de un vehículo eléctrico en Las Vegas y el mortal atentado perpetrado por un hombre al volante de una pickup en Año Nuevo en Nueva Orleans llevaron a los funcionarios de seguridad de todo Estados Unidos a reforzar la seguridad, difundir nuevas recomendaciones y revisar los preparativos de eventos futuros que pudieran ser blanco de atentados.
A través de un boletín de seguridad, el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) y el Centro Nacional de Contraterrorismo de Estados Unidos advirtieron sobre posibles atentados similares, luego de que un veterano del Ejército norteamericano arrollara con su camioneta a quienes festejaban la llegada de Año Nuevo en la madrugada del 1° de enero en Bourbon Street, en Nueva Orleans, donde murieron 14 personas.
En un comunicado, el DSN instó a la población a informar rápidamente de cualquier actividad sospechosa y a “estar atentos a posibles atentados idénticos o en represalia, inspirados por el atentado terrorista de Nueva Orleans y en otros recientes incidentes de atropellos en masa en otros lugares del mundo”.
Las advertencias se conocieron mientras los funcionarios de costa a costa de los Estados Unidos se preparan para eventos como los Premios Globo de Oro en Los Ángeles, el Super Bowl en Nueva Orleans y otros en Washington, como la certificación de la elección presidencial del lunes, la ceremonia de tributo al exmandatario Jimmy Carter del jueves y la asunción de Donald Trump, el 20 de enero.
William “Matt” McCool, el agente especial a cargo de eventos conmemorativos de la sede del Servicio Secreto en Washington, dijo que la serie de atentados llaman a fortalecer las medidas de seguridad. El jefe de la policía del Capitolio, Thomas Manger, señaló por su parte que “todos estamos en alerta máxima”.
“Tras los recientes ataques terroristas masivos, a nuestra nación le cuesta sentirse segura, y el 6 de enero los ojos del mundo estarán puestos en el Capitolio de Estados Unidos”, dijo Manger. “Atravesamos un período de una redoblada amenaza contra las instituciones de gobierno y los funcionarios electos”.
Es la primera vez que la certificación electoral del Congreso es designada como un “evento de seguridad especial”, por expreso pedido de la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, y recomendación del comité de la Cámara de Representantes a cargo de investigar los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio. Los preparativos para esa ventana temporal de casi dos semanas que pondrá a prueba la seguridad de la capital del país ya arrancaron. Al Capitolio se le agregó un vallado, se están cerrando calles aledañas y se utilizarán drones para detectar potenciales amenazas.
Todos los oficiales de policía de Washington deberán prestar servicio a partir de ahora, y el día de la investidura presidencial se sumarán otros 4000 oficiales de policía de todo el país y posiblemente unas 8000 tropas de la Guardia Nacional. Los funcionarios dijeron que no hay ningún indicio de una amenaza particular para ninguno de los eventos y ninguna protesta importante planeada para el lunes.
Las medidas estaban en estudio desde antes de los ataques del 1° de enero, pero los funcionarios dicen que están revisando los protocolos de seguridad tras los incidentes recientes.
Los organizadores de los Premios Globo de Oro no emitieron comentarios, pero la revista Inside Edition informó que los agentes de seguridad y los organizadores reforzarán la seguridad de la entrega anual de los premios de cine y de televisión que se celebrará hoy en Beverly Hills, California.
Un funcionario al tanto de los planes de seguridad para el Super Bowl reconoció que tendrán en cuenta el atentado de esta semana en Nueva Orleans, pero no mencionó si habrá algún cambio en particular. El Super Bowl se jugará el 9 de febrero en el Superdomo de Nueva Orleans, en Luisiana. “A partir de la última información disponible, de ser necesario se revisarán, modificarán y mejorarán los planes”, dijo la fuente.
La planificación de la seguridad para el Super Bowl comienza unos dos años antes del partido y en ella participan funcionarios locales, la policía local y del estado, la NFL y un conjunto de agencias federales, indicó el funcionario.
Las restricciones en el espacio aéreo limitarán los vuelos sobre el estadio, como ocurre en otros partidos de fútbol americano. También habrá un “perímetro reforzado” de más de 90 metros alrededor del estadio, que incluye cierre de calles, instalación de vallas y de estructuras de hormigón.
Las autoridades de seguridad actuaron rápidamente para redoblar la seguridad en algunos puntos sensibles tras el ataque de Nueva Orleans, que, según el FBI, fue inspirado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI), y la explosión de una Cybertruck Testa fuera del Hotel Internacional Trump de Las Vegas, que según las autoridades formó parte de un probable suicidio de un soldado del Ejército en servicio activo.
En la ciudad de Nueva York, la policía extendió el perímetro en torno a la Torre Trump y se sumaron más patrullas alrededor del hotel Trump de Chicago.
Davis dijo que el atentado de Nueva Orleans demuestra que cualquier encuentro público puede convertirse en blanco –no solo los grandes eventos como el Super Bowl– y que los funcionarios de la ciudad y del estado deberían permanecer atentos. Los funcionarios de ciudades más pequeñas parecen seguir esas pautas.
El Departamento de Seguridad Nacional advirtió que la amenaza terrorista en Estados Unidos seguirá siendo alta en 2025, impulsada por personas motivadas por ideologías varias, asuntos personales y conflictos internacionales.
Los atacantes solitarios y los grupos pequeños representan la mayor amenaza para un atentado sorpresa, remarcó el año pasado el Departamento en su balance anual sobre la amenaza terrorista. Esos grupos históricamente emplearon tácticas como atacar a personas con machetes, armas y vehículos porque pueden causar daños masivos con poco entrenamiento.
Los atentados que causan mucho daño pueden inspirar más violencia, admiten los funcionarios.
Antes del ataque en Nueva Orleans, entre septiembre de 2023 y julio de 2024, las autoridades de seguridad respondieron a un puñado de ataques de extremistas en Estados Unidos y desbarataron los planes de varios atentados.
El 6 de diciembre, el DSN, el FBI y el Centro Nacional de Contraterrorismo publicaron nuevas alertas para las fuerzas de seguridad en relación a posibles incidentes violentos en los meses subsiguientes. Entre las amenazas figuran los grupos mediáticos que apoyan a EI, que llamaron a atacar Estados Unidos y otros países durante la época de vacaciones de invierno.
El 23 de diciembre, el DSN publicó una “nota de incidente crítico” para las fuerzas de seguridad, tres días después de que un saudita de 50 años embistiera contra el mercado navideño de Magdeburgo, Alemania, con un saldo de cinco muertos y más de 200 heridos.
Los funcionarios advirtieron que en Estados Unidos ya había ocurrido un hecho similar: en noviembre de 2021, un hombre al volante de un automóvil arremetió contra un desfile navideño en Waukesha, Wisconsin, y mató a seis personas e hirió a otras 62, recordaba la nota del DSN.
Por Maria Sacchetti, Ellie Silverman, Mark Maske y Justin Jouvenal
(Traducción de Jaime Arrambide)