En su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump revocó este lunes la orden del pasado 14 de enero con la que el expresidente Joe Biden había sacado a Cuba de la lista de estados promotores del terrorismo.
Biden, que este lunes abandonó el poder tras cuatro años de mandato, había firmado esa orden ejecutiva a menos de una semana de abandonar el poder.
Tomó esta decisión para propiciar la liberación de varios presos cubanos como parte de un proceso que contaba con la mediación del Vaticano. De hecho ese mismo día Cuba anunció la liberación de 553 personas «sancionadas por delitos diversos»
Biden había suspendido también la capacidad de los ciudadanos estadounidenses de demandar en tribunales de Estados Unidos la expropiación de sus propiedades en Cuba y levantó algunas sanciones financieras.
La inclusión de Cuba en el listado en enero de 2021 fue una de las últimas decisiones que tomó Trump antes de dejar el poder en su primer mandato (2017-2021).
Estados Unidos justificó entonces la medida aludiendo a la presencia en la isla de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana para iniciar negociaciones de paz con el Gobierno de Colombia.
Esa designación implica la prohibición de venta de armas con ese país, un mayor control a sus exportaciones, restricciones en la ayuda exterior, mayores requisitos para los visados y diversas sanciones económicas.
Cuba había formado parte de la lista desde 1982 pero salió en 2015, durante la etapa de acercamiento impulsada por el entonces presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) y frenada por Trump, que durante su primer mandato redobló las sanciones sobre La Habana y frenó el «deshielo».
La Administración saliente de Biden había hecho algunos gestos hacia la isla, como la eliminación del límite de remesas para Cuba, pero había mantenido hasta mediados de enero a Cuba en ese listado al que ahora vuelve el país.
En su audiencia de nominación como secretario de Estado, Marco Rubio, que fue confirmado este lunes por el Senado, había declarado la semana pasada que tenía «cero dudas» de que Cuba es un país promotor del terrorismo.
Cuando se produjo la salida, el Ejecutivo cubano calificó de «decisión en la dirección correcta» -aunque limitada- el anuncio de Washington. El Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla subrayó que se trataba de un paso «muy limitado» sobre una política «cruel e injusta» y destacó que «la guerra económica permanece».
Díaz-Canel calificó de «burla» la decisión de Trump
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, tachó de «burla» que Trump haya vuelto a incluir a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo, apenas seis días después de que la excluyese su predecesor, Joe Biden. En una serie de mensajes en la red social X poco después de conocerse la orden ejecutiva de Trump sobre la isla, Díaz-Canel consideró «un acto de arrogancia y desprecio por la verdad» la vuelta del país a la lista y argumentó que el «objetivo» tras este paso es fortalecer «la cruel guerra económica contra Cuba con fines de dominación».
«Este acto de burla y abuso confirma el descrédito de los listados y mecanismos unilaterales de coerción del Gobierno de EE.UU. Prevalecerá la legítima y noble causa de nuestro pueblo que una vez más vencerá», agregó.
Díaz-Canel señaló asimismo que las sanciones contra Cuba que aplicó Trump en su primer mandato (2017-2021) provocaron «carencias» en el pueblo cubano y «un incremento significativo del flujo migratorio» de los isleños hacia Estados Unidos