LONDRES.- Tal como realizaron en anteriores oportunidades, un grupo de activistas por el cambio climático vandalizó un sitio histórico como método de protesta. En esta oportunidad, pintaron la tumba en donde descansan los restos del científico Charles Darwin, en la abadía de Westminster, en Londres. Se trató de un accionar de miembros del grupo “Just Stop Oil”, una organización sin fines de lucro que busca detener las extracciones de combustible fósil en Reino Unido.
Dos personas ingresaron al histórico templo religioso y cubrieron con spray naranja la placa de mármol de la tumba del científico y escritorio. Todo quedó capturado por testigos del hecho, que grabaron y difundieron luego los videos en las redes. “1,5 murió”, escribieron, en alusión a que las temperaturas globales superaron por primera vez el umbral de los 1,5 grados en 2024.
“Superamos el umbral de 1,5 grados que se suponía que tenía que mantenernos a salvo”, dijo uno de los activistas y justificó la acción: “Darwin se revolvería en su tumba al saber que estamos en la sexta extinción masiva”.
El naturalista británico -que murió en 1882- está enterrado en la abadía que también es sede de bodas reales, coronaciones, entierros y una de las principales atracciones turísticas del país. Los miles de turistas que llegan día tras día pueden visitar la tumba en el Rincón de los Científicos, en donde también están Isaac Newton y Stephen Hawking.
Esta no es la primera vez que los activistas de esta organización se ven involucrados en medidas de este estilo o protagonizan la interrupción de eventos deportivos y teatrales. En el último tiempo realizaron actos vandálicos contra obras de arte como “Los girasoles” de Vincent van Gogh, en la National Gallery de Londres, y “La maja vestida” y “La maja desnuda” de Francisco de Goya”, en el Museo del Prado de España.
También tiraron puré de papas sobre un cuadro de Claude Monet del Museo Barberini en Potsdam, Alemania; arrojaron una piedra contra el cristal antibalas de La Gioconda, en el Museo del Louvre, en París; pegaron sus manos al cuadro Masacre en Corea, de Pablo Picasso, en Melbourne, Australia; y lanzaron comida contra una escultura del rey Carlos III en el Museo Madame Tussauds de Washington. Todos los atacantes fueron arrestados tras los vandalismos.
A su vez, en junio de 2024, dos de sus manifestantes dañaron tres de las piedras de Stonehenge al rociarlas con pintura en polvo de color naranja. Estos individuos -sumados a todos los de las actividades anteriores- fueron arrestados de inmediato por los cargos de “alteración del orden público” y “actos de vandalismo”.
Desde la organización Just Stop Oil lamentan que “se les prohíba el derecho de protesta” a los manifestantes, mientras que “los verdaderos criminales, los que impulsan las explotaciones de petróleo, siguen libres”.
Con información de Reuters