ATENAS.- La antigua familia real de Grecia obtuvo la ciudadanía griega y prometió lealtad a la república, un hecho histórico 50 años después de que el país aboliera la monarquía.
En una decisión publicada en la gaceta oficial fechada el viernes, se concedió la ciudadanía a 10 miembros de la antigua familia real después de que la solicitaran la semana pasada. Incluyen a los cinco hijos del fallecido rey Constantino II y la exreina Ana-María, así como a cinco de sus nietos.
“Es con profunda emoción que, después de 30 años, volvemos a tener la ciudadanía griega. La ley de 1994 nos privó de nuestra ciudadanía, dejándonos apátridas con todo lo que esto implica en términos de derechos individuales y gran angustia emocional”, dijo la antigua familia real en un comunicado en griego e inglés.
Los miembros de la antigua realeza celebraron la decisión en el comunicado el lunes en el que afirmaban que el fallecimiento de su padre y su abuelo había marcado el final de una era.
“Nuestro padre y nuestra familia respetaron plenamente el resultado del referéndum de 1974″, afirmó el comunicado. “Sin embargo, la disposición de la ley de 1994 sobre la ciudadanía, resultado del estatus político de la época, no era adecuada para un antiguo jefe de Estado griego y una institución que sirvió fielmente al país. El fallecimiento de nuestro padre marcó el fin de una era”.
Sin embargo, su elección de utilizar el apellido De Gréce —que en francés significa “de Grecia”— enfureció a los políticos de izquierdas, que afirman que un título nobiliario es inconstitucional.
“El apellido que han elegido demuestra que quieren mantener un mito”, dijo Nikos Androulakis, líder del partido de centroizquierda PASOK, el principal de la oposición.
Los antiguos miembros de la realeza afirmaron que la elección de un apellido era un requisito previo para la restitución de su nacionalidad, cuya pérdida les había convertido en apátridas y les había causado una gran angustia emocional. La familia, dijeron, era y sería leal a Grecia.
Además, los partidos de izquierda afirman que los inmigrantes que trabajan en Grecia tienen que esperar décadas para obtener la ciudadanía, a pesar de cumplir los criterios, y acusan al Gobierno conservador de intentar ganar votos. El Gobierno dice que la cuestión es una formalidad y que la democracia puede protegerse a sí misma.
“Cincuenta años después de la restauración de la democracia, tenemos una democracia fuerte y una constitución protegida que puede defenderse, con leyes que se aplican sin notas al pie ni excepciones”, señaló el viernes el portavoz del gobierno, Pavlos Marinakis, antes de que se publicara la decisión.
Los cinco hijos de Constantino son Alexia, de 58 años; Pavlos, de 56; Nikolaos, de 54; Theodora, de 40 y Philippos, de 37. También se concedió la ciudadanía a los cinco hijos de Pavlos: Maria-Olympia, de 27; Constantine-Alexios, de 25; Achileas-Andreas, de 23; Odysseas-Kimon, de 19 y Aristidis-Stavros, de 15.
Otros miembros de la familia real, incluida la exreina Ana-María de 78 años, no solicitaron la ciudadanía.
El anterior rey de Grecia, Constantino II, ascendió al trono en 1964, pero su reinado se vio empañado por la inestabilidad política que culminó en un golpe de Estado militar el 21 de abril de 1967.
Tras la caída de la junta en 1974, los griegos rechazaron la monarquía en referéndum, lo que convirtió a Constantino en el último rey de Grecia.
Atenas le despojó de su ciudadanía en 1994 y definió los términos en los que él y su familia podían ser reconocidos como nacionales griegos.
Constantino falleció el año pasado a los 82 años, habiendo regresado a Grecia solo en sus 70. Permaneció como una figura controvertida por acusaciones de que no se distanció de las acaloradas rivalidades políticas mientras reinaba entre 1964 y 1973.
La familia de Constantino tiene estrechos lazos con la realeza europea a través de su matrimonio con la princesa danesa Ana-María. Su hermana es la reina Emérita Sofía de España y era primo segundo del rey Carlos III de Gran Bretaña y padrino del Príncipe Guillermo.
Agencias Reuters y AP