BRUSELAS.- El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, denunció este jueves nuevos ataques rusos contra la infraestructura energética de su país y pidió a la Unión Europea (UE) que mantenga las sanciones a Rusia hasta que se retire del territorio ucraniano.
Durante una videoconferencia ante el Consejo Europeo, Zelensky subrayó que “las sanciones deben mantenerse hasta que Rusia comience a retirarse de nuestra tierra y compense el daño causado por su agresión”, al tiempo que transmitió a los líderes europeos la necesidad de Ucrania de recibir 5000 millones de euros para financiar la compra de munición de artillería.
“Es necesario que su apoyo a Ucrania no se reduzca, que continúe y aumente. En particular en materia de defensa aérea, de asistencia militar y de nuestra resiliencia en general. Necesitamos fondos para munición de artillería, y agradeceríamos mucho un apoyo europeo de por lo menos 5000 millones de euros lo antes posible”, señaló el presidente ucraniano.
Mientras tanto, los jefes del Estado Mayor de unos 30 países comprometidos con la seguridad de Ucrania se reunieron en el Reino Unido para discutir un posible plan de mantenimiento de la paz en caso de una tregua con Rusia. La reunión, dirigida por el primer ministro británico, Keir Starmer, y organizada en colaboración con el presidente francés, Emmanuel Macron, se centró en la fase operativa de dicho plan. Ambos líderes buscan formar una “coalición de países voluntarios” para contribuir al proceso de paz, especialmente después de las negociaciones lideradas por el presidente estadounidense, Donald Trump, con Rusia el mes pasado.
Esta reunión se produce en un contexto donde el presidente ruso, Vladimir Putin, condicionó cualquier tregua al fin del suministro de armas occidentales a Ucrania, y rechazó la presencia de tropas extranjeras en el país como parte de un posible acuerdo. Los líderes británico y francés intentan garantizar que, con el apoyo de Estados Unidos, se establezcan medidas de seguridad que disuadan a Putin de violar cualquier alto el fuego.
Durante una conversación telefónica con Trump el martes, Putin acordó suspender los ataques a la infraestructura energética de Ucrania durante 30 días, aunque no se comprometió a un alto el fuego completo. Putin exigió el fin del “rearme” de Ucrania y el cese de la ayuda occidental al gobierno de Zelensky.
Al día siguiente, Trump habló por teléfono con Zelensky y propuso que Estados Unidos tomara el control de las centrales nucleares en Ucrania, al argumentar que sería la “mejor protección y apoyo posible”. El presidente ucraniano aclaró en la red social X que, en la conversación, solo se mencionó una central específica, la de Zaporiyia, en el sudeste de Ucrania, que es la mayor de Europa y está bajo ocupación rusa.
Ucrania “no discutirá” un traspaso de la propiedad de sus plantas nucleares a Estados Unidos, incluyendo la de Zaporiyia, declaró Zelensky. ”No lo discutiremos. Tenemos 15 unidades de producción de energía nuclear en servicio hoy. Todo esto pertenece a nuestro Estado”, insistió el presidente durante una conferencia de prensa en Oslo.
Por parte de Washington, el tono pareció haber suavizado respecto a la hostilidad abierta con la que Trump recibió a Zelensky recientemente en la Casa Blanca. Sin embargo, el miércoles, tanto Ucrania como Rusia se acusaron mutuamente de negarse a buscar una solución para el conflicto.
A pesar de las presiones de Trump para lograr un alto el fuego más de tres años después del inicio del conflicto, tanto Rusia como Ucrania intensificaron sus ataques aéreos. El jueves, dos personas murieron en bombardeos rusos nocturnos en el este de Ucrania, donde un ataque con más de 170 drones causó 10 heridos y provocó incendios a cientos de kilómetros del frente.
Mientras tanto, Starmer y Macron mantienen su plan de enviar tropas a Ucrania como parte de una fuerza de mantenimiento de la paz en caso de que se logre una tregua. Según el gobierno británico, un “número significativo” de países están dispuestos a participar, aunque no se han revelado cifras exactas. Se estima que más de 30 países estarían dispuestos a contribuir a esta “coalición de voluntarios” de alguna forma, ya sea proporcionando apoyo logístico y técnico a la futura fuerza de mantenimiento de la paz o incluso albergando personal militar en su territorio.
Agencia AFP