Un 24 de enero de 1866 se fundó el departamento Calingasta, su nombre es de raíz indígena y el surgimiento tiene varias teorías: conjunción de Calin, posiblemente el nombre de un jefe o cacique de la zona y gasta, población o nación, es decir «el pueblo de Calin» o transformación de Catalve, río de la ladera, como era llamada la zona a la llegada de los españoles.
El departamento está ubicado en el extremo suroeste de la provincia, donde predomina un paisaje cordillerano de serranías y caudalosos ríos.
En su suelo se desarrollan actividades en torno a la agricultura, con producción de frutas y hortalizas en sus valles y también se destaca con fuerza el movimiento turístico, principalmente en la localidad de Barreal. El desarrollo de la minería también es un fuerte, como principales actividades económicas del lugar.
El departamento ocupa un 25 % del total de la superficie provincial, convirtiéndolo en la jurisdicción más extensa de San Juan.
Sobre su historia
Los primeros habitantes de Calingasta datan de la época prehispánica, fueron principalmente distintos pueblos indígenas llamados La Fortuna, Ansilta y Angualasto, las principales culturas que se desarrollaron en la región.
Los Huarpes también se asentaron en algunas zonas del departamento pero fueron dominados por los Incas hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI. En ese tiempo, los jesuitas se instalaron en Calingasta para evangelizar a los pueblos originarios.
Por otra parte, la fundación y establecimiento de las localidades principales de la zona se produjeron recién en el siglo XIX; fue el gobierno de Camilo Rojo el que en 1866 impulsó la fundación de Villa Maipú.
En 1869, la ley de Régimen Municipal reconoció a Calingasta entre los 18 departamentos en que se dividía la provincia en esa época. Desde 1917, Villa Maipú se llamó General Sarmiento. Pero el nombre que prosperaría para la villa cabecera sería el de Tamberías, designación que remite a una antigua posta en el Camino del Inca.
Una gran extensión
Con 22.589 km2 de superficie, Calingasta es el departamento de mayor extensión de la provincia. Está ubicado en el sector oeste de San Juan y limita al norte con el departamento Iglesia, al este con Ullum, Zonda y Sarmiento, al sur con la provincia de Mendoza y al oeste con la República de Chile.
Al pie de la cordillera, en el departamento se distinguen tres paisajes: de este a oeste, la Cordillera de los Andes (donde se ubican las cordilleras de Ansilta y La Ramada); el valle de Calingasta-Barreal, con dirección norte-sur y la precordillera.
En el invierno, la alta cordillera recibe precipitaciones nivales. Sobre la fauna de las zonas andinas priman cóndores, guanacos, zorros, piuquenes, coipos y ñandúes. La flora, está representada por jarillas, retamos, molles, acerillos, tomillos y ajenjo.
La mayor concentración de habitantes está en las localidades de Tamberías, Barreal y Villa Calingasta. El resto de la población se encuentra dispersa en pequeños asentamientos. Aquí se observa una tendencia a la migración hacia el Gran San Juan.
En general, la población del departamento es de tipo rural. Sus actividades están ligadas a la explotación agrícola ganadera.
Actividades económicas
El departamento tiene una superficie cultivada de 5.033 hectáreas, abastecidas íntegramente con red de riego. Entre ellas se encuentran explotaciones forestales, plantaciones de frutales y hortalizas, dentro de las cuales se destaca el ajo. En menor proporción les siguen las pasturas, vides, aromáticas y cereales. Los pastizales calingastinos permiten el pastoreo del ganado, especialmente caprino.
La minería es otra de las actividades importantes en el departamento. Allí se explotan recursos como los sulfatos, la bentonita y el cobre. En Calingasta se encuentra El Pachón, un proyecto minero que promete explotar la riqueza cuprífera de la zona.
Servicios
Calingasta cuenta con una oferta educativa compuesta por los niveles inicial, medio, superior no universitario y tecnicaturas universitarias. También, dispone de escuelas-albergue, provistas con comedor escolar.
Por constituir una zona de frontera, el distrito tiene una delegación de Gendarmería Nacional: el Escuadrón Nº 26 de Barreal.
Por su parte, la localidad Tamberías aloja a la sede municipal y cuenta con una central termoeléctrica que provee energía a los distintos asentamientos del departamento que, además, cuenta con agua potable en la mayor parte de su territorio y dispone de señal de radio y televisión.
Tamberías
En la villa cabecera la vida gira alrededor del río Los Patos. Una gran cantidad de parcelas cultivadas, canales de riego y grupos de casas conforman su paisaje agrario. Las aromáticas, las alamedas y los árboles frutales, entre los que se distinguen los manzanos, imprimen su color a la villa.
El otoño trae a este paraje la llegada de grandes bandadas de piuquenes, que eligen los pastizales e inmediaciones del río Los Patos para pasar la estación. Las aves dieron nombre a una de las fincas más conocidas de la localidad. En “Los Piuquenes” habitan más de 300 de estos pequeños gansos.
La visita a la propiedad de la firma Aymaré es una de las actividades favoritas de las familias que viajan hasta el pueblo.
En el verano, la tradicional Fiesta del Ajo convoca a una importante cantidad de personas que llega para compartir el aprecio por los frutos de la tierra calingastina.
Villa Calingasta
Con sus casi 6000 metros de altura, las cordilleras de La Totora y de Ansilta sirven de marco a la villa de Calingasta.
Ubicado a 135 kilómetros de San Juan, el pueblo posee cerros y alamedas, en un contexto marcado por la presencia del río de Los Patos y la Sierra del Tontal.
Por otra parte, la localidad es punto de partida para numerosas excursiones. Los pescadores llegan en busca de codiciadas especies como la trucha arco iris, la trucha criolla, el bagre amarillo y el otuno.
Arqueología y tradición
La villa Calingasta posee dos museos que permiten descubrir la historia y expresiones culturales de los pueblos que habitaron la región.
En la Unión Vecinal de Calingasta se encuentra el Museo Arqueológico, que exhibe diferentes elementos de gran valor cultural. Una momia de más de 500 años, numerosas piezas líticas, cuentas de collar, vasijas de cerámica, tejidos decorados y cuchillos de piedra son algunas de las riquezas del sitio.
La Colección Cora Esquivel es el otro punto de interés y se ubica frente a la Plaza Patricias Sanjuaninas. Este museo está dedicado a la historia regional y conserva figurines de moda de 1825, fotos antiguas y elementos de uso cotidiano de los antiguos pobladores del lugar.
Otra característica para destacar es que la villa de Calingasta es centro de producción de los más exquisitos sabores cordilleranos.
Las bondades de la tierra y el benéfico clima de la zona se combinan para el cultivo de distintas frutas y, especialmente, de las manzanas más jugosas del país. La reconocida calidad de la fruta no sólo ha promovido su extendida comercialización sino también el desarrollo de la industria sidrera. Además, los trabajadores del rubro tienen su premio cada mes de abril, con la tradicional Fiesta de la Manzana Calingastina.
Una capilla centenaria
Uno de los mayores atractivos históricos de Calingasta es la antigua Capilla de Catalve.
La parroquia fue construida por las órdenes jesuitas en el año 1739, como parte de las 11 históricas doctrinas que mandó a erigir Don Juan Pérez de Espinosa, Obispo de Santiago de Chile.
Con el objetivo de convertir al cristianismo a los indígenas de Cuyo, a la parroquia se le encargó una importante misión: introducir la civilización española en América y lograr una progresiva integración cultural. Hoy el templo exhibe elementos típicos de la religión católica al tiempo que guarda valiosas huellas de antepasados indígenas.
La arquitectura de la Capilla se caracteriza por su única, angosta y prolongada nave. El espacio interior es rectangular y el pórtico se encuentra enmarcado por tres distinguidos arcos. El techo está hecho de tirantería de madera y sobre ella se apoya el cañizo y una cubierta de barro y paja. Los muros son de adobe y se asientan sobre cimientos de piedra. Están revocados con barro y pintados a la cal.
Barreal
Con un clima excepcional, una importante infraestructura hotelera y una increíble belleza natural, Barreal se ha convertido en la capital turística de Calingasta. La fuerza de la cordillera, la tranquilidad de las calles con sus doradas alamedas, los sonidos de las aves y el perfume de los numerosos cultivos y aromáticas conforman un escenario encantador.
Barreal es el lugar de descanso preferido por la familia sanjuanina, pero también por cientos de jóvenes que cada año eligen la villa para pasar sus vacaciones.
Por su completa oferta de servicios, Barreal es el mejor punto de partida para conocer otros puntos turísticos del departamento, como la Pampa El Leoncito o el Cerro Alcázar. Los más aventureros pueden realizar expediciones al Valle Colorado, a las cumbres del macizo de La Ramada o a la gran Cordillera de Ansilta. El valle del Río Blanco, reconocido por su abundancia de trucha arco iris, es otro atractivo para los aficionados a la pesca deportiva.
En este marco, el pueblo ofrece diversas posibilidades de hospedaje. Los visitantes podrán alojarse en hoteles, cabañas y posadas. Otra opción es el camping municipal, donde el turista podrá disfrutar de diversas comodidades como la pileta de natación.
Además, la riqueza mineral del lugar permite observar los yacimientos de bentonita o contemplar las rocas que aún conservan la flora del período.
A través de una huella minera, se accede al área de los Cerros Pintados que, con la policromía de sus areniscas y piedras calizas, ofrece un escenario asombroso.
Pampa El Leoncito
A 20 kilómetros de Barreal, se encuentra la Pampa “El Leoncito”. Hace millones de años, esta planicie de 12 km de largo y 5 de ancho, albergaba a un lago que, tras secarse, dejó este singular escenario lunar.
Esta gran superficie de inundación recibe el escurrimiento de las lluvias estivales y es justamente el “barreal” que da nombre al pueblo. La pampa llama la atención por su blancura y horizontalidad. La ausencia de arbustos y obstáculos permite observar los resquebrajamientos de la tierra y, sobre todo, vibrar al ritmo de una de las actividades deportivas más novedosas en una de las mejores pistas de carrovelismo del mundo.
La Pampa El Leoncito forma parte del Parque Nacional y Reserva Natural El Leoncito. Esta enorme área protegida es reconocida mundialmente por sus riquezas naturales.
Allí habitan especies típicas de los ambientes del monte, puneños y altoandinos, como los guanacos y suris cordilleranos. Además, el lugar es famoso por la impresionante diafanidad de su cielo. La observación astral alcanza un promedio de 270 noches anuales. Las condiciones de la zona son aprovechadas por dos complejos astronómicos. Ambos observatorios pueden ser visitados y constituyen la base del turismo astronómico de la provincia y el país: Observatorio Astronómico El Leoncito y de la Estación de Altura Carlos U. Cesco, del Observatorio Astronómio Félix Aguilar.
El Radiotelescopio Chino-Argentino
En noviembre del 2023 comenzó la instalación de la antena del Radiotelescopio Chino-Argentino en Calingasta, bajo el Proyecto CART, alianza estratégica tiene como objetivo construir un telescopio de radio de última generación, que colocará a San Juan como un polo astronómico de rango internacional.
El proyecto abrirá nuevas oportunidades para descubrir y comprender los fenómenos cósmicos y consolidará a San Juan como un polo destacado en el ámbito de la astronomía a nivel internacional.
Este radiotelescopio tiene capacidad para incrementar datos en radioastronomía de la comunidad de astrónomos sanjuaninos, permitirá también generar nuevos vínculos internacionales, potenciar el turismo científico- astronómico y reafirmará la construcción de lazos constructivos, comerciales, culturales y científicos comprometidos con la paz, el medio ambiente y el bienestar de la humanidad entre nuestra provincia y la República Popular China.
Con su capacidad para explorar el universo en longitudes de onda de radio, el CART abrirá nuevas oportunidades para descubrir y comprender los fenómenos cósmicos, y consolidará a San Juan como un destino destacado en el ámbito de la astronomía.
Áreas protegidas
Calingasta alberga también otra de las áreas protegidas de la provincia de San Juan: el Refugio de Vida Silvestre Los Morrillos, ubicado al pie de la Cordillera de Ansilta, a unos 30 kilómetros al oeste de Barreal.
El lugar, además de una gran belleza paisajística, es objeto de conservación debido a que allí es posible encontrar muestras de flora y fauna de las provincias biogeográficas de Monte, Puna y Altoandina. Existe, además, un importante yacimiento arqueológico de la Cultura de Ansilta, uno de los grupos aborígenes que habitaron esta región.
Cerro Mercedario
Con 6.770 m.s.n.m, el cerro Mercedario es el más alto de San Juan y el segundo del país. Está ubicado al norte del Macizo de la Ramada y, junto a otras seis montañas, integra una de las formaciones naturales más impactantes de San Juan: el Valle Colorado. El sitio ofrece diversas opciones para todo tipo de turistas.
Hace 500 años, los Incas fueron los primeros en ascender el cerro. Emprendieron la escalada por la misma ruta que actualmente se utiliza para acceder a la cima. Brindar tributo a Inti (el dios Sol) fue el objetivo de su misión. Más tarde, el lugar sería testigo de una de las mayores hazañas de la historia argentina: el cruce del Ejército Libertador, en enero de 1817.
Puchuzum
Se caracteriza por su buen clima y las abundantes lluvias. Fue el paraíso de las manzanas calingastinas.
A pesar de la dureza de los inviernos, el lugar se caracteriza porque antes de la llegada de la primavera ya empiezan a florecer los árboles. Se trata de Puchuzum, un pueblito que está a 25 kilómetros de Calingasta, por la ruta 412.
El pueblo está en un escenario natural privilegiado. Se encuentra entre cerros nevados, abundan los álamos y los árboles frutales.