Las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro lanzaron este martes un megaoperativo en los complejos de favelas de Penha y Alemão. La acción apunta contra la estructura del Comando Vermelho, la principal facción criminal del estado, en un intento por contener su proyecto de expansión territorial. El despliegue, considerado el mayor en la historia de la ciudad, desató una jornada de extrema violencia y puso de manifiesto el poder de la organización.
El Comando Vermelho (CV) es la principal organización delictiva del estado de Río de Janeiro. Su base de operaciones se encuentra en las favelas de la ciudad, pero su influencia se extiende a nivel nacional.
La investigación de la Policía Civil identifica a los complejos de Penha y Alemão como sus bases estratégicas para el proyecto de expansión territorial del grupo. La facción busca consolidar su presencia en otros estados del país en una disputa directa con el Primeiro Comando da Capital (PCC).
La denuncia del Ministerio Público de Río de Janeiro (MPRJ) destaca que el Complejo de Penha es un punto estratégico para el tráfico de drogas y armas por su cercanía con las principales autopistas de la ciudad. Esto lo convierte en una de las bases más importantes para el proyecto expansionista del CV, especialmente hacia las comunidades de la región de Jacarepaguá.
Silvia Izquierdo – AP
La estrategia de la facción se basa en una suerte de “nacionalización” de sus actividades. El grupo se asocia con facciones locales en otras regiones de Brasil y alberga a narcotraficantes de otros estados en las comunidades que controla en Río.
Las agencias de seguridad identificaron la presencia de delincuentes de doce estados, como Ceará, Bahía y Rondônia. El CV ya se extiende por veinticinco estados y el Distrito Federal. Los criminales foráneos obtienen protección, estatus y nuevos conocimientos, mientras el CV expande sus franquicias y fortalece su control sobre las rutas de tráfico de armas y drogas.

El fiscal Anderson Batista de Oliveira, coordinador del Gaeco en Rondonia, describió esta modalidad. “Hoy en día es muy común hablar de trabajo híbrido o remoto. La delincuencia está haciendo lo mismo. Se han dado cuenta de que el jefe ya no necesita estar en su estado natal. Pueden estar protegidos en Río y tomar decisiones por videollamada”, declaró hace dos domingos.
El operativo de este martes reveló un cambio en el patrón de enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y los grupos criminales. En una demostración de poderío militar sin precedentes, los narcotraficantes utilizaron drones para lanzar granadas contra equipos de las fuerzas especiales del Core y el BOPE. Esta táctica, descrita como un “bombardeo”, permite a los delincuentes activar un detonador mecánico o eléctrico para liberar la carga sin exponerse.
MAURO PIMENTEL – AFP
El secretario de Seguridad Pública, Víctor dos Santos, confirmó el uso de estos dispositivos. El despliegue policial incluyó 2500 agentes, treinta y dos vehículos blindados, helicópteros y vehículos de demolición.
Durante la operación, las fuerzas de seguridad incautaron cuarenta y dos fusiles. La violencia provocó el cierre de cuarenta y cinco escuelas, la suspensión de servicios de salud y el desvío de rutas de transporte público.
La investigación del Ministerio Público identificó a los principales líderes del grupo en la zona del operativo. Edgard Alves de Andrade, conocido como Doca, es señalado como el principal cabecilla en el Complejo de Penha.
Silvia Izquierdo – AP
La fiscalía también apunta a Pedro Paulo Guedes (“Pedro Bala”), Carlos Costa Neves (“Gadernal”) y Washington Cesar Braga da Silva (“Grandão”) como figuras de alto rango. El Gaeco afirmó que “emiten órdenes sobre el narcotráfico, determinan los horarios de los delincuentes (…) y ordenan la ejecución de quienes contravienen sus intereses”.
En el marco de la operación, las autoridades detuvieron a ochenta y una personas. Entre ellas se encuentran Thiago do Nascimento Mendes (“Belão do Quitungo”) y el operador financiero de Doca. La investigación, que duró más de un año, emitió cincuenta y una órdenes de captura y acusó a sesenta y siete personas por conspiración para el narcotráfico.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.
